jueves, 25 de marzo de 2010

FORTUNY Y SU TRAJE DELPHOS






Cuando hice la reseña a la exposiciones que están teniendo lugar en Barcelona y Madrid sobre la obra del polifacetico artista Mariano Fortuny y Madrazo, os hable del velo rectangular llamado Knossos, que fue una de las primeras obras del artista dentro del mundo de la indumentaria. Inspirado en el himation griego y decorado con grecas que recuerdan el arte cretense. Este velo va a ser un clásico dentro de la trayectoria como diseñador del artista.


Deliberadamente me olvide de otro clásico, su celebre Delphos. Se trata de un vestido -túnica, Fortuny lo crea alrededor de 1907 después de un viaje por Grecia con la que luego sería su esposa Henriette Nigrin. Estaba inspirado en el chitón griego-utilizado hasta el siglo I a. C. Fue patentado en 1909.

El Delphos lo repite pero con variantes, no hay dos iguales . Para llevar sobre los Delphos, Fortuny diseño chaquetas de varios largos, que se caracterizan por la sencillez de su hechura y por la belleza de sus tejidos. Otra de las característica del Delphos es el cinturón que suele ser una simple tira en raso de seda con dibujos vegetales estarcidos


Los Delphos son mas que un vestido, es la liberación, después de siglos de vestidos encorsetados que esconden el cuerpo, son una nueva forma de entender la vida. Es el mejor exponente de la revolución femenina que tiene lugar en el siglo XX. la túnica se adapta al cuerpo, marca las formas, esta hecho para llevarse sin ropa interior.

Lo más característico es el plisado. Sabemos por la patente que la técnica se realizaba en mojado y el aparto que utiliza, pero algún secreto se guardo Fortuny ya que no se han podido reproducir sus plisados

Delphos esta hecho en principio con cuatro paños de tela plisada y se complementa con minúsculos cristales de Murano hechos especialmente para cada modelo. No hay dos vestidos iguales, distintos tipos de manga, largo, y sobre todo el color. No hay que olvidar que ante todo Fortuny se considera pintor y como tal da gran importancia al color, el colorido de los trajes Delphos es impresionante: Violetas azules índigos, verdes esmeraldas,blancos marfil, rojos cochinilla, naranjas, rosas, blancos. Colores únicos, intensos, irisados al efecto de la luz. El propio Fortuny se va a encargar de teñir las sedas, estudia con ancianos tintoreros, aprende distintas técnica que perfecciona.

Cuando el vestido lleva mangas, las aberturas laterales se unen al cuello con una lazada rematada con las cuentas de Murano
Mujeres como Peggy Guggenheim, la bailarina americana Isadora Duncan, o la actriz francesa Sarah Bernard eran incondicionales del modelo.

El Delphos se convierte en un objeto de deseo entre las mujeres mas modernas de la época, pero a medida que avanza el siglo y cambiar la moda se convertirá también en un bien preciado de gran numero de mujeres. Fortuny siguió realizando el modelo a lo largo de su vida, cuarenta años de lo avalan como una obra de arte

Pero al éxito del Delphos ayudo también la aceptación que el modelo obtuvo entre otros artistas, escenógrafos, pintores...

Así por ejemplo nos encontramos casi veinte referencias a Fortuny en la obra de Proust" En busca del tiempo perdido"

"Fue precisamente la noche en que Albertine se puso por primera vez el vestido azul y oro de Fortuny que, evocando Venecia, me hacía sentir más aún lo que sacrificaba por Albertine sin que esta me lo agradeciera en absoluto”. en “La Prisionera”, es una de la casi veintena de referencias Mariano Fortuny incluida en su mítica novela de “En busca del tiempo perdido”.





Los delphos se comercializan dentro de cajas de cartón, enrollados en papel de seda, con el nombre del artista escrito en la tapa.
L.P. Hartley nos lo cuenta en su libro Eustace and Hilda:

” … Fortuny, estaba escrito en letra de imprenta sobre la caja. Eustace desató el lazo y levantó la tapa. Lo que descubrió bajo el papel de seda liso le provocó un escalofrío de placer; totalmente enrollado y retorcido sobre él mismo, dispuesto para ser sacado, el vestido azul y plata de Hilda. Los pliegues densos, tan unidos los unos con los otros como los surcos de un campo labrado, le parecieron más oscuros de lo que había imaginado. Sabiendo que nunca sería capaz de desplegarlo, se contentó con deslizar sus dedos entre las ranuras y las aristas del plisado en que sintió la resistencia de lo que había estado tan apretado. Sin embargo ¡qué poderosa expansión la de estos pliegues, que posibilidades insospechadas de movimiento para Hilda, para la nueva Hilda!. … En este vestido podría danzar, podría volar… “.

Curiosamente cien años después seguimos viendo a mujeres que continúan luciendo el Delphos de Fortuny como hizo Natalia Vodianova en la Gala MET, 2008

Si queréis ampliar sobre el Delphos de Fortuny podéis bajaros un pdf escrito por Dª Mª del Mar Nicolás Martínez del departamento de difusión del museo del traje de Madrid:AQUÍ

El Delphos en los museos:

http://www.metmuseum.org/toah/works-of-art/2001.702a

http://www.vam.ac.uk/images/image/58119-popup.html


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Maravilloso, intemporal, una obra de arte. Ese es el vestido Delphos. 100 años y sigue siendo totalmente llevable y moderno. Disfruté muchísimo con la exposición de los vestidos de Fortuny que se hizo el pasado año en La Pedrera (Barcelona). Y hoy he tenido el placer de ver un ejemplar de color gris en el marco de la exposición de joyas modernistas en el MNAC.
Muy interesante tu blog.
Alicia (Barcelona)

joshylola dijo...

Es un vestido precioso!